"Iba por la calle con dos amigos cuando el sol se puso. De repente, el cielo se tornó rojo sangre y percibí un estremecimiento de tristeza. Un dolor desgarrador en el pecho. Me detuve; me apoyé en el parapeto, presa de una fatiga mortal. Lenguas de fuego como sangre cubrían el fiordo negroazulado y la ciudad. Mis amigos siguieron andando y yo me quedé allí, temblando de miedo. Y oí que un inmenso grito interminable atravesaba la naturaleza".
Algunos solo conocen a Munch únicamente por su famosísimo cuadro "El Grito" y han querido ver en él una personalidad desestructurada cuando en realidad era más bien pacífico. Este cuadro tiene su explicación y la dio el propio pintor, que es el comienzo de esta entrada. A lo largo de los años 1883 y 1884 se produjeron erupciones volcánicas en la Isla de Krakatoa (Indonesia) cuyos ecos se sintieron a miles de kilómetros de distancia.