Los misioneros llevaban consigo versiones en miniatura de los libros de los Evangelios, a menudo conocidos con el nombre de "evangelios de bolsillo". Los libros más grandiosos, como el Libro de Kells o los Evangelios de Lindisfarme quedaban relegados a la exposición. El manuscrito en papel de vitela (piel de becerro) del libro de Kells tiene 680 páginas y contiene una copia, magníficamente decorada, de los cuatro evangelios en latín. Los evangelios van precedidos por prefacios, resúmenes de las historias y concordancia de los pasajes. Los orígenes del manuscrito se desconocen. La mayoría de los expertos creen que fue producido en la isla de lona, en la costa oeste de Escocia, aunque este dato no es fiable. Misteriosamente este manuscrito está inacabado, algo que ha dado pie a varias teorías: es posible que el proyecto fuera demasiado ambicioso o que algunos de los colaboradores del proyecto perecieran durante la invasión vikinga. Lo más destacado del Libro del Kells es su intricada caligrafía. El ejemplo de la imagen es conocido con el nombre de "página del monograma" porque su imagen principal está formada a partir de las iniciales XP, una abreviación de " XI RO", el nombre de Cristo en griego. La letra X (XI), muy estilizada, domina la página; la letra P (RO) , por su parte, está escondida tras la primera. Aunque ya conocemos el significado del monograma, la atención se centra en los numerosos detalles pictóricos entrelazados, algunos de ellos simbólicos, otros humorísticos. La función de esta página era la de presentar el pasaje del Evangenlio de San Mateo que describe la encarnación de Jesús.