domingo, 7 de julio de 2013

LIBRO DE KELLS. 800.

     Los misioneros llevaban consigo versiones en miniatura de los libros de los Evangelios, a menudo conocidos con el nombre de "evangelios de bolsillo". Los libros más grandiosos, como el Libro de Kells o los Evangelios de Lindisfarme quedaban relegados a la exposición. El manuscrito en papel de vitela (piel de becerro) del libro de Kells tiene 680 páginas y contiene una copia, magníficamente decorada, de los cuatro evangelios en latín. Los evangelios van precedidos por prefacios, resúmenes de las historias y concordancia de los pasajes. Los orígenes del manuscrito se desconocen. La mayoría de los expertos creen que fue producido en la isla de lona, en la costa oeste de Escocia, aunque este dato no es fiable. Misteriosamente este manuscrito está inacabado, algo que ha dado pie a varias teorías: es posible que el proyecto fuera demasiado ambicioso o que algunos de los colaboradores del proyecto perecieran durante la invasión vikinga. Lo más destacado del Libro del Kells es su intricada caligrafía. El ejemplo de la imagen es conocido con el nombre de "página del monograma" porque su imagen principal está formada a partir de las iniciales XP, una abreviación de " XI RO", el nombre de Cristo en griego. La letra X (XI), muy estilizada, domina la página; la letra P (RO) , por su parte, está escondida tras la primera. Aunque ya conocemos el significado del monograma, la atención se centra en los numerosos detalles pictóricos entrelazados, algunos de ellos simbólicos, otros humorísticos. La función de esta página era la de presentar el pasaje del Evangenlio de San Mateo que describe la encarnación de Jesús.





     Cerca de la parte superior de la página aparecen dos polillas junto a una crisálida. Símbolos religiosos poco convencionales que hacen referencia al tema del nacimiento y la renovación, aspectos resaltados en este pasaje. La palabra generatio que aparece a los pies de la página significa "el nacimiento".




  Junto al monograma aparecen tres ángeles. La pareja inferior posa a lo largo; sus pies sobresalen de sus túnicas. El tercero sostiene dos instrumentos, probablemente dos flabellas (abanicos litúrgicos) usadas para ahuyentar a los insectos de la eucaristía y del sacerdote.





     Los artesanos celtas a menudo usaban imágenes de cabezas humanas para adornar objetos preciosos como los mangos de las espadas y las dagas ceremoniales o las agujas  o las insignias de elaborados broches. Se ha sugerido que ésta es en realidad una referencia a Cristo.






      Una nutria sostiene un pez en su boca. El pez es un antiguo emblema cristiano que data del siglo I d. C. La palabra griega que significa "pez" es ichthys y sus cinco fonemas forman las iniciales de la consignia sagrada "lesous Christos theou yios soter", esto es, "Jesús Cristo, Hijo de Dios Salvvador".




      Dos gatos aplastan la cola de dos roedores que están robando una hostia. A su vez, dos ratones mordisquean las orejas de los gatos. Probablemente se trate de uno de los muchos símbolos eucarísticos esparcidos por todo el manuscrito o simplemente un ejemplo del afilado sentido del humor del arte hiberno-sajón.

     El Libro de Kells contiene muchos nudos decorativos, en los que elementos como serpientes y jirones se entrelazan formando nudos de gran complejidad. Aunque se necesita una potente lupa para poder apreciar la obra en toda su magnitud.




      El libro de Kells tenía un fin sacramental y no educativo. Un evangelio tan grande y lujos debía dejarse en  el altar mayor de la iglesia, y usarse solamente para leer pasajes de los Evangelios en la misa. Aunque es probablemente que el sacerdote oficiante no leyera realmente el manuscrito, sino que recitara de memoria. La elaboración del libro parece haber integrado esta dimensión, haciendo del manuscrito un objeto muy bello pero muy poco práctico.

     El libro de Kells debe su nombre a la abadía de Kells, situada en Kells en el condado de Meath, en irlanda. La abadía donde se conservó el manuscrito por un largo periodo de la Edad Media. Los monjes procedían del monasterio de lona, una isla de las Hébridas situada frente a la costa oeste de Escocia. Cuando la isla de lona se tornó demasiado peligrosa debido a la multiplicación de las incursiones vikingas, la mayoría de los monjes partieron hacia Kells, que se convirtió así en el nuevo centro de las comunidades fundadas por Colomba.














   












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